miércoles, mayo 31, 2006

Que ricos los helados

Aquí degustando uno de los helados que más me gustan (igual que a papi, así que me lo quedo mirando con una gran pena para que me dé un trocito, ¡ siempre me cae algo, jijiji!).

31 de mayo del 2006

Para que veais que es verdad que soy el pupas (o almenos eso dicen de mi),os voy a contar otra divertida excursión que hicimos al médico ...
Estábamos tan ricamente en casa una noche de calor, y como a mi me encantan los helados (es que en verano ¡están tan fresquitos!..., a parte de que me gustan las judías verdes, le lechuga, el queso me pirra, acabarme los yogures, las olivas etc... es que tengo buen apetito siempre y lo que come mi familia está muy rico, jeje) papi me dió un trocito de uno que iba con un palo, y como la abuela también se estaba acabando uno, me dió la mitad. Pero como me gustan tanto, sin darme cuenta (es que eso de masticar no va conmigo, la verdad y trago que da gusto), me comí el helado y el palo de un tirón sin darme cuenta, de verdad... No sé muy bien porqué, pero mami empezó a ponerse muy nerviosa y llamó a mi tia muy preocupada, para ver que podía hacer. Esta le dijo que llegaba en una hora y que la acompañaba, ¿a donde?, ¿que era lo que estaba pasando?, ¿porqué montaban tanto escándalo?, no sé...
Bueno, en cuanto llegó mi tia me cogieron con sumo cuidado (sin moverme casi), montámos en su furgoneta y, al rato, llegamos a mi "querido potro de torturas", o sea, el veterinario. Me empezó a apretujar por todo el cuerpo y yo sin saber que narices pasaba, y como no encontraban nada, me pasaron con mami a una sala donde me tumbaron en una fría mesa e hicieron una foto muy rara de mi cuerpo. Como el médico no encontraba nada de nada, nos dijeron que esa noche me tenía que quedar allí en observación y dependiendo de lo que pasara, me operarian a la mañana siguiente. Mami me abrazó muy fuerte y el desalmado del veterinario se me llevó a una sala con más colegas que estaban ingresados; yo quería irme a casa, ¿porqué me dejaban allí, si me encontraba bien?, aún no lo he entendido...
Papi llegó a la mañana siguiente y me alegré mucho de verle, la verdad ya estaba harto de estar allí. Si, me habían sacado a dar un paseo por la mañana unas chicas muy amables de la clínica y hasta me invitaron a desayunar, pero amigos, como en casa no se está en ningún sitio.
A papi le dieron unas recetas con lo que me tenía que tomar (unas pastillas y un jarabe muy rico) y nos fuimos andando hasta casa ( y eso que hay más de media hora a pata, pero es que como papi tiene una cosa con dos ruedas, hay llevar un casco para montarse en ella y todavia no me han comprado uno...). Al llegar a casa la abuela se alegró mucho de verme, pero la que me achuchó con más ganas, fue mami al llegar por la noche. Mes estuvieron dando la medicación durante unos días, pero al segundo, me entraron ganas de devolver y no podía; la abuela me vió que sacaba algo por la boca y me ayudó a terminar de sacarlo, resultó ser ¡el palo del helado de aquella noche!, ahora entendía que era lo que me molestaba tanto...
La abuela me miró con cara de alivio y en cuanto terminamos, llamó a mami para decirle que ya lo había sacado. Este palo lo tienen guardado desde entonces (será una especie de amuleto que tienen, no sé) y cada vez que me dan un helado, lo agarran bien fuerte por si se me ocurre de volver a comérmelo.

miércoles, mayo 24, 2006

¿ A que parezco un rey en su trono?, esta es mi cama y la comparto con mami y papi jeje.
24 de mayo del 2006

Bueno, quitando lo del incidente con Nina..., mami me trataba de maravilla. Una tarde que nos fuimos a pasear en una cosa grande con cuatro ruedas (creo que le llaman coche o algo así), me llevaron a un sitio apartado de casa (que bien que suena eso de casa), donde había una chica que nos recibió y empezó a hablar con mami. Ella, le contaba que llevaba una semana con ellos y que desde el primer día, yo no paraba de rascarme (¡es que me picaba que no veas!) y querian que me mirasen, para ver si yo tenía alguna pulga (esos bichos son asquerosos). Cuando vi al "médico", no me gusto su olor: opté por esconderme detrás de mami para pasar desapercibido, pero no me sirvió de mucho, la verdad....
Al rato de esperar, me pusieron encima de una mesa que estaba helada, (¡ me la podrian haber calentado un poco antes de subirme, que mis pies son muy delicados!) y empezó mi visita con el médico. Aguanté como un campeón cuando me pusieron algo por el ejem (no es muy agradable, pero lo soporté con toda la dignidad que pude) para medir mi calor corporal y no dije ni mu, cuando el muy canalla me pinchó con algo en el cogote.... Después de soportar toda esta tortura con la que descubrimos que soy alérgico a las pulgas, admito que me sentí más aliviado Lo que no llevo nada bien es cuando, cogen una cosilla pequeña llena de líquido muy pegajoso, y me lo ponen entre los hombros cada mes; dicen que es por mi bien ¡y una leche!, así que cuando los veo con eso en la mano (creo que le llaman pipeta...), me escondo debajo de la cama para que no me pillen (aunque siempre lo hacen) y cuando acaban, me restrego contra la cama para sacarme esa asquerosa pegajosidad de mi precioso pelaje, ¡toma esa, por decir que es por mi bien!.

martes, mayo 23, 2006

Algunas fotitos...

En mi retaguardia, podeis ver a mi archi enemigo Yorkio, grrrrrrr...


Aquí estoy después del baño (parezco más un gremlin que un perro, que poco me favoreció el fotógrafo...)

Aquí teneis a la loca de Nina mirando embobada al Rex (si, ese perro policia que hace una serie).

Mi llegada a casa

23 de mayo del 2006

Mami venia muy a menudo a visitarme junto con papi (aunque al principio me asustaba bastante, pero como mami le queria tanto, no tuve más remedio que ir acostumbrando a él...).
Los colegas no estaban mal pero al que más manía le tenía era a un yorky muy picajoso, que se pasaba el día a molestándome con sus ladridos; me llegó a incordiar tanto, que nos convertimos en enemigos declarados, a la que uno se acercaba al otro, nos dedicábamos bocados a diestro y siniestro.
Para que mami me llevara con ella (ya me había decidido y queria que ella fuera mi nueva mamá, ya que parecía que me iba a tratar mejor que la primera...): siempre llamaba su atención cuando llegaba (le ladraba con mi mejor voz y le dedicaba mis meneos de cola más variados) y por suerte, deshechó la idea de buscarme una familia, para acabar diciéndome que en cuanto pudiera, me llevaba a casa. ¡ Hurra, mi plan había surgido efecto!, aunque me tuve que pasar un año allí (con el miedo que tenía los perrazos grandes, me pusieron en un patio donde uno casi acaba conmigo); una noche a las tantas, mami me cogió y me llevó a casa, salvándome de una posible muerte....
Estaba yo hecho una piltrafilla canina, pero a mami no le importó que esa noche, durmiera acurrucadito en sus pies. Por fin estaba en casa y no pensaba marcharme tan fácilmente...
A la mañana siguiente, enseguida desperté a mami dándole los buenos días (hay que ser bien educado) y ella, me dijo que se tenía que marchar a trabajar, y que me quedaba con la abuela y Nina, la gata; no me gustó que me dejara solito con esas mujeres que no conocía de nada: de la gata huía pero la abuela, como me miraba con ojos piadosos, pensé que no estaria de más ser amable con ella... Por la noche llegaron papi y mi adorada mami, a la que le dediqué un ladrido de amor nada más verla y decidieron (ellos solos, ya que a mi no me pidieron la opinión...) que era hora de pasar por la ducha. No es que me encante que me limpien de orejas a rabo (hay zonas muy intimas, que uno prefiere hacerse él mismo...), pero la verdad es que me sentí mucho mejor después de este; incluso me pusieron un bonito arnés negro para que lo pudiera lucir en la calle. Me trataban de maravilla y en una semana, me convertí en el rey de la casa. Dos días después de mi llegada, a la loca de Nina se le cruzaron los cables y se lanzó contra mi, llena de rábia. La abuela y mami idearon la forma que pudiéramos vivir con cierta armonia, ya que Nina dejó claro que yo no le gustaba: como la casa es bastante grande, cada uno habitamos en una mitad de ella y una puerta, es nuestra frontera inquebrantable; ¡si uno de los dos la cruza, estalla la guerra!
Así fue la llegada a mi nuevo hogar, movidita eso si, pero con mucha ilusión.

viernes, mayo 19, 2006

Mi presentación

19 de mayo del 2006


Primero que nada me voy a presentar:
Me llamo Dark (así es como me bautizó mi primera mamá) y vivo con mi adorada nueva mami, con el pesado de papi (hay veces que no jay quien le aguante) , la abuela (ella es la que me cuida mientras mami trabaja, ¿que debe ser eso?) y la cascarrabias de Nina (una gata rubia que no me puede ni ver, seguramente es una envidiosa...); aunque ahora vuelvo a ser feliz de nuevo, no siempre ha sido así... Y, como he estado mirando por la red viendo que algunos congéneres mios escribian, me he decidido a contaros mis aventuras y desventuras desde que nací hasta hoy.
Como habreis visto en la foto, no soy un "pura raza" sino un "mestizo" (que palabra tan rara usan para definirme , la manía que tiene la gente en ponerle etiquetas a todo,en fin...) rubio con unos preciosos ojos de color miel (mami siempre me dice que parecen humanos),con un cuerpo danone alargado como una salchicha bien rellenita, jeje. Según papi y la abuela, soy el perro más feo del mundo (dicen que mis orejas parecen de murciélago y que mi preciosa nariz rosadita, es como la de un cerdo...anda que si me pudieran entender, ¡les iba a decir yo a lo que se parecen!), pero mami, siempre les contesta que soy el niño más guapo del mundo, menuda es mami cuando alguien me ofende...
Bueno, tras esta pequeña presentación, os contaré mi historia con la que fue, mi primera "madre", la que se deshizo de mi como si fuera un calcetin sucio y sudado...
Siendo un bebé, una humana me rescató de la asquerosa calle, para llevarme con ella. Me cuidaba como si fuera mi mamá canina: me llevaba a la pelu, ibamos al médico cada vez que me ponia malito, me alimentaba y me queria mucho (o almenos es lo que yo creia). Con el paso de los años compartimos muchas cosas juntos: desde mis primeros ladridos hasta mi ingreso en el medico (casi estiro la pata por culpa de un veneno que me zampé, es que tenia tan buena pinta...), yo la adoraba y no podia concebir mi vida sin ella. La perdia de vista un momento y me volvia loco pensando que podia desaparecer para siempre.
Ella, tenia varias amigas entre las cuales, estaba mi futura mami (anda que si llego a saber lo que me esperaba, hubiera sido yo quien le hubiese dado la patada en el culo; no le llega ni a la suela del zapato de mi mami...). Un buen dia, como a su nueva pareja yo no le gustaba, decidió deshacerse de mi a toda costa (con lo que yo la queria...), y sin vacilar un momento, me llevó a un sitio que le llaman " perrera" (donde había más perros que como yo, sus mamás les habían dejado allí, solos y sin su cariño). Lloré con toda la rabia que pude, pensando que volveria a por mi y cuando por fin me di cuenta que no lo haria, pensé que lo mejor era morirme; sin ella, nada tenia sentido. Empecé a dejar de comer y beber, esperando que la muerte me llevara con ella y dejar de sufrir tanto. Pero hubo un humano, que sintió pena por mi y se empeñó en que tenía que vivir (no me dió tiempo de agradecerselo, ya que si no llega a ser por su cabezoneria, hoy no estaria con mi adorada mami) y tanto se esforzó, que no tuve más remedio que seguir adelante. Mis hermanos de jaula, me contaron que podía volver a tener una mamá humana, pues allí los humanos que nos cuidaban, se encargaban de buscar una para cada uno de nosotros, y pensé que quizás, valia la pena intentarlo. Al cabo de poco de estar en la perrera, empezamos a notar mucho alboroto entre los humanos; un dia escuché una conversación entre dos de ellos, en la que estaban hablando de sacar el mayor número de animales antes de una fecha concreta y esto me inquietó bastante. Estuve muy atento el resto de días, para poder averiguar que era tanto movimiento de gente hasta que descubrí, que todos nosotros corríamos peligro de morir, y nuestros cuidadores querian salvar a todos los que pudieran...
Y lo que son las cosas, una tarde de verano (faltaba poco más de una semana para la fecha de la "evasión"), mami apareció delante de mi jaula: primero me miro con la cara muy extrañada, como pensando que estaba haciendo yo allí, y al reconocerme (empecé a saltar como una cabra, para que me sacara de una vez de ese chenil), me prometió que se ocuparia de que no me pasara nada, que en dos días, me llevaba a un refugio (era la primera vez que oia esa palabra, pero me pareció que debia de ser mejor que donde estaba ahora), así que la esperé.
Cumplió con su palabra y al cabo de los dos días, vino con una pareja que no me sonaban de nada, y junto con más amigos, nos montaron en un coche para llevarnos a nuestro nuevo hogar. Se pasó todo el rato acariciando mi espalda como para tranquilizarme; se la veía preocupada por mi y me gustó volver a sentir la sensación de que yo le importaba a alguien...
Cuando llegamos al refugio, empecé a oir todo un concierto de ladridos que no me gustó un pelo y cuando entramos, me gustó menos aún. Detrás de esas puertas, se encontraban un montón de perros enjaulados (y yo que me pensaba que un refugio era un sitio con todo tipo de comodidades), que esperaban, como en la perrera, que sus futuras mamás, les vinieran a buscar. Mami me dijo que a partir de entonces, yo estaría allí con los demás y que ella, me vendria a ver siempre que pudiera y que no pararia hasta encontrarme unos papás, que me quisieran de nuevo; poco se podia imaginar cual era mi plan, jeje.